Película "El fundador"

¿Conoces el famoso restaurante de comida rápida llamado McDonald’s? Pues esta película "El fundador" te acerca a su origen, ya que cuenta la historia de su “fundador”, Ray Kroc.

Y pongo “fundador” entre comillas porque esta historia empieza con dos hermanos, llamados Dick y Mac McDonald, quienes deciden poner en marcha dicho primer restaurante de comida rápida en la localidad de San Bernardino, California.

En el camino de estos dos hermanos se cruza Ray, un hombre de 50 años, comercial de batidoras que recorre los Estados Unidos para fomentar sus ventas, debido a un pedido que habían hecho ambos hermanos para su restaurante.

Atónito a la idea que habían emprendido ambos hermanos, Ray decide querer formar parte del restaurante McDonald’s y desea poder extender la idea a muchas más localidades en forma de franquicia. Aunque los hermanos ya habían intentado extender su idea y habían fracasado en el intento, Ray les aseguraba que en sus manos el éxito vendría asegurado. Por ello, decidieron apostar por él, no sin muchas esperanzas depositadas…

Pienso que el principal mensaje de la película no es acercarnos a la historia de cómo surgió dicho restaurante de hamburguesas, sino la ambición de las personas y hasta qué están dispuestas a realizar para llevar a cabo su idea.

Y creo que es un mensaje fundamental. Tener demasiada ambición puede llevarte a una gran frustración cuando las cosas no se cumplen o incluso cuando se cumplen, desemboca en una gran expresión de vanidad. Y no son cuestiones que ocurren meramente en la actualidad, el emperador Marco Aurelio, siempre era aclamado cuando paseaba por las calles de Roma y para poner fin a sus pensamientos que fomentaban dichos aires de vanidad, contaba con un siervo para recordarle… “solo eres un hombre”.

Por el contrario, el no tener ciertas ambiciones (ya sean grandes o pequeñas) también puede generar frustración, además de querer asentarse continuamente en una zona de confort que no da cabida a conocer cosas nuevas.

Por todo ello, es de vital importancia mantener un término medio o no un término, sino un pensamiento que nos permita ir más allá, sin perder el norte ni olvidarnos de quienes somos.